DESORDEN INSTITUCIONAL.

El país está atravesando un desorden institucional que le hace mucho daño a los argenti@s en general y nuestros gobernantes aparentemente no se dan cuenta o no quieren darse cuenta de ello.

Hace mucho vengo diciendo que si no se lleva a cabo una profunda reforma judicial las cosas se irían empeorando y lamentablemente el tiempo me está dando la razón.

La falta de respeto entre los tres poderes institucionales, hacen que se provoque un desorden  tal que termina conque el pueblo pierda credibilidad en los funcionarios que solo se pasan cuestionándose unos con otros sin siquiera pensar en las necesidades de los ciudadanos.

De seguir esto funcionando de tal manera, considero que no sería necesario realizar las próximas elecciones del año que viene, ya que al presidente electo no lo dejan llevar adelante los proyectos para lo cual fue elegido, siendo cuestionado constantemente por la oposición con el respaldo del poder real.

Igual ocurre en el Congreso Nacional, donde senadores y diputados no promulgan las leyes indispensables para sacar al país de la situación en que nos encontramos.

Por su parte la justicia dejó de ser justicia ya que se encarga de demorar los juicios que tienen en sus cajones y que por intereses personales no les convienen tratar y/o determinando cautelares sin un razonamiento lógico del tema.

El poder judicial debe aplicar las normas constitucionales y las legislaciones dictadas por el congreso de la nación y no obstaculizar las normas que se dicten.

Es necesario una reforma de la constitución que determine que los cargos superiores en la justicia sean elegido de igual manera que los otros dos poderes. No puede ser que quienes no son elegidos por el pueblo pretendan gobernar el país.

De forma pacifica los ciudadanos debemos cuestionar todo lo que se viene produciendo y exigir la inmediata regulación de las instituciones y que cada una de las tres comiencen a cumplir con sus funciones específicas y a trabajar como corresponde en bien del país.

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